Poesía: Dante Alighieri - La Divina Comedia - Infierno . Canto IV - Links
Posted by Ricardo Marcenaro | Posted in Poesía: Dante Alighieri - La Divina Comedia - Infierno . Canto IV - Links | Posted on 15:13
Open your mind, your heart to other cultures
Abra su mente, su corazón a otras culturas
You will be a better person
Usted será una mejor persona
RM
Abra su mente, su corazón a otras culturas
You will be a better person
Usted será una mejor persona
RM
CANTO IV
Rompió el profundo sueño de mi mente
un gran trueno, de modo que cual hombre
que a la fuerza despierta, me repuse; 3
la vista recobrada volví en torno
ya puesto en pie, mirando fijamente,
pues quería saber en dónde estaba. 6
En verdad que me hallaba justo al borde
del valle del abismo doloroso,
que atronaba con ayes infinitos. 9
Oscuro y hondo era y nebuloso,
de modo que, aun mirando fijo al fondo,
no distinguía allí cosa ninguna. 12
«Descendamos ahora al ciego mundo
‑‑dijo el poeta todo amortecido‑:
yo iré primero y tú vendrás detrás.» 19
Y al darme cuenta yo de su color,
dije: « ¿Cómo he de ir si tú te asustas,
y tú a mis dudas sueles dar consuelo?» 18
Y me dijo: «La angustia de las gentes
que están aquí en el rostro me ha pintado
la lástima que tú piensas que es miedo. 21
Vamos, que larga ruta nos espera.»
Así me dijo, y así me hizo entrar
al primer cerco que el abismo ciñe. 24[L34]
Allí, según lo que escuchar yo pude,
llanto no había, mas suspiros sólo,
que al aire eterno le hacían temblar. 27
Lo causaba la pena sin tormento
que sufría una grande muchedumbre
de mujeres, de niños y de hombres. 30
El buen Maestro a mí: «¿No me preguntas
qué espíritus son estos que estás viendo?
Quiero que sepas, antes de seguir, 33
que no pecaron: y aunque tengan méritos,
no basta, pues están sin el bautismo,
donde la fe en que crees principio tiene. 36
Al cristianismo fueron anteriores,
y a Dios debidamente no adoraron:
a éstos tales yo mismo pertenezco. 39
Por tal defecto, no por otra culpa,
perdidos somos, y es nuestra condena
vivir sin esperanza en el deseo.» 42
Sentí en el corazón una gran pena,
puesto que gentes de mucho valor
vi que en el limbo estaba suspendidos. 45
«Dime, maestro, dime, mi señor
yo comencé por querer estar cierto
de aquella fe que vence la ignorancia‑: 48
¿salió alguno de aquí, que por sus méritos
o los de otro, se hiciera luego santo?»
Y éste, que comprendió mi hablar cubierto, 51
respondió: «Yo era nuevo en este estado,
cuando vi aquí bajar a un poderoso,
coronado con signos de victoria. 54[L35]
Sacó la sombra del padre primero,
y las de Abel, su hijo, y de Noé,
del legista Moisés, el obediente; 57
del patriarca Abraham, del rey David,
a Israel con sus hijos y su padre,
y con Raquel, por la que tanto hizo, 60[L36]
y de otros muchos; y les hizo santos;
y debes de saber que antes de eso,
ni un esptritu humano se salvaba.» 63
No dejamos de andar porque él hablase,
mas aún por la selva caminábamos,
la selva, digo, de almas apiñadas 66
No estábamos aún muy alejados
del sitio en que dormí, cuando vi un fuego,
que al fúnebre hemisferio derrotaba. 69
Aún nos encontrábamos distantes,
mas no tanto que en parte yo no viese
cuán digna gente estaba en aquel sitio. 72
«Oh tú que honoras toda ciencia y arte,
éstos ¿quién son, que tal grandeza tienen,
que de todos los otros les separa?» 75
Y respondió: «Su honrosa nombradía,
que allí en tu mundo sigue resonando
gracia adquiere del cielo y recompensa.» 78
Entre tanto una voz pude escuchar:
«Honremos al altísimo poeta;
vuelve su sombra, que marchado había.» 81
Cuando estuvo la voz quieta y callada,
vi cuatro grandes sombras que venían:
ni triste, ni feliz era su rostro. 84
El buen maestro comenzó a decirme:
«Fíjate en ése con la espada en mano,
que como el jefe va delante de ellos: 87
Es Homero, el mayor de los poetas;
el satírico Horacio luego viene;
tercero, Ovidio; y último, Lucano. 90[L37]
Y aunque a todos igual que a mí les cuadra
el nombre que sonó en aquella voz,
me hacen honor, y con esto hacen bien.» 93
Así reunida vi a la escuela bella
de aquel señor del altísimo canto,
que sobre el resto cual águila vuela. 96
Después de haber hablado un rato entre ellos,
con gesto favorable me miraron:
y mi maestro, en tanto, sonreía. 99
Y todavía aún más honor me hicieron
porque me condujeron en su hilera,
siendo yo el sexto entre tan grandes sabios. 102
Así anduvimos hasta aquella luz,
hablando cosas que callar es bueno,
tal como era el hablarlas allí mismo. 105
Al pie llegamos de un castillo noble,
siete veces cercado de altos muros,
guardado entorno por un bello arroyo. 108
Lo cruzamos igual que tierra firme;
crucé por siete puertas con los sabios:
hasta llegar a un prado fresco y verde. 111
Gente había con ojos graves, lentos,
con gran autoridad en su semblante:
hablaban poco, con voces suaves. 114
Nos apartamos a uno de los lados,
en un claro lugar alto y abierto,
tal que ver se podían todos ellos. 117
Erguido allí sobre el esmalte verde,
las magnas sombras fuéronme mostradas,
que de placer me colma haberlas visto. 120[L38]
A Electra vi con muchos compañeros, 121[L39]
y entre ellos conocí a Héctor y a Eneas,
y armado a César, con ojos grifaños. 123
Vi a Pantasilea y a Camila, 124[L40]
y al rey Latino vi por la otra parte,
que se sentaba con su hija Lavinia. 126
Vi a Bruto, aquel que destronó a Tarquino, 127[L41]
a Cornelia, a Lucrecia, a Julia, a Marcia; 128[L42]
y a Saladino vi, que estaba solo; 129[L43]
y al levantar un poco más la vista,
vi al maestro de todos los que saben, 131[L44]
sentado en filosófica familia. 132
Todos le miran, todos le dan honra:
y a Sócrates, que al lado de Platón,
están más cerca de él que los restantes; 135
Demócrito, que el mundo pone en duda,
Anaxágoras, Tales y Diógenes,
Empédocles, Heráclito y Zenón; 138
y al que las plantas observó con tino, 139[L45]
Dioscórides, digo; y via Orfeo,
Tulio, Livio y al moralista Séneca; 141
al geómetra Euclides, Tolomeo,
Hipócrates, Galeno y Avicena,
y a Averroes que hizo el «Comentario». 144[L46]
No puedo detallar de todos ellos,
porque así me encadena el largo tema,
que dicho y hecho no se corresponden. 147
El grupo de los seis se partió en dos:
por otra senda me llevó mi guía,
de la quietud al aire tembloroso 150
y llegué a un sitio en donde nada luce.
Rompió el profundo sueño de mi mente
un gran trueno, de modo que cual hombre
que a la fuerza despierta, me repuse; 3
la vista recobrada volví en torno
ya puesto en pie, mirando fijamente,
pues quería saber en dónde estaba. 6
En verdad que me hallaba justo al borde
del valle del abismo doloroso,
que atronaba con ayes infinitos. 9
Oscuro y hondo era y nebuloso,
de modo que, aun mirando fijo al fondo,
no distinguía allí cosa ninguna. 12
«Descendamos ahora al ciego mundo
‑‑dijo el poeta todo amortecido‑:
yo iré primero y tú vendrás detrás.» 19
Y al darme cuenta yo de su color,
dije: « ¿Cómo he de ir si tú te asustas,
y tú a mis dudas sueles dar consuelo?» 18
Y me dijo: «La angustia de las gentes
que están aquí en el rostro me ha pintado
la lástima que tú piensas que es miedo. 21
Vamos, que larga ruta nos espera.»
Así me dijo, y así me hizo entrar
al primer cerco que el abismo ciñe. 24[L34]
Allí, según lo que escuchar yo pude,
llanto no había, mas suspiros sólo,
que al aire eterno le hacían temblar. 27
Lo causaba la pena sin tormento
que sufría una grande muchedumbre
de mujeres, de niños y de hombres. 30
El buen Maestro a mí: «¿No me preguntas
qué espíritus son estos que estás viendo?
Quiero que sepas, antes de seguir, 33
que no pecaron: y aunque tengan méritos,
no basta, pues están sin el bautismo,
donde la fe en que crees principio tiene. 36
Al cristianismo fueron anteriores,
y a Dios debidamente no adoraron:
a éstos tales yo mismo pertenezco. 39
Por tal defecto, no por otra culpa,
perdidos somos, y es nuestra condena
vivir sin esperanza en el deseo.» 42
Sentí en el corazón una gran pena,
puesto que gentes de mucho valor
vi que en el limbo estaba suspendidos. 45
«Dime, maestro, dime, mi señor
yo comencé por querer estar cierto
de aquella fe que vence la ignorancia‑: 48
¿salió alguno de aquí, que por sus méritos
o los de otro, se hiciera luego santo?»
Y éste, que comprendió mi hablar cubierto, 51
respondió: «Yo era nuevo en este estado,
cuando vi aquí bajar a un poderoso,
coronado con signos de victoria. 54[L35]
Sacó la sombra del padre primero,
y las de Abel, su hijo, y de Noé,
del legista Moisés, el obediente; 57
del patriarca Abraham, del rey David,
a Israel con sus hijos y su padre,
y con Raquel, por la que tanto hizo, 60[L36]
y de otros muchos; y les hizo santos;
y debes de saber que antes de eso,
ni un esptritu humano se salvaba.» 63
No dejamos de andar porque él hablase,
mas aún por la selva caminábamos,
la selva, digo, de almas apiñadas 66
No estábamos aún muy alejados
del sitio en que dormí, cuando vi un fuego,
que al fúnebre hemisferio derrotaba. 69
Aún nos encontrábamos distantes,
mas no tanto que en parte yo no viese
cuán digna gente estaba en aquel sitio. 72
«Oh tú que honoras toda ciencia y arte,
éstos ¿quién son, que tal grandeza tienen,
que de todos los otros les separa?» 75
Y respondió: «Su honrosa nombradía,
que allí en tu mundo sigue resonando
gracia adquiere del cielo y recompensa.» 78
Entre tanto una voz pude escuchar:
«Honremos al altísimo poeta;
vuelve su sombra, que marchado había.» 81
Cuando estuvo la voz quieta y callada,
vi cuatro grandes sombras que venían:
ni triste, ni feliz era su rostro. 84
El buen maestro comenzó a decirme:
«Fíjate en ése con la espada en mano,
que como el jefe va delante de ellos: 87
Es Homero, el mayor de los poetas;
el satírico Horacio luego viene;
tercero, Ovidio; y último, Lucano. 90[L37]
Y aunque a todos igual que a mí les cuadra
el nombre que sonó en aquella voz,
me hacen honor, y con esto hacen bien.» 93
Así reunida vi a la escuela bella
de aquel señor del altísimo canto,
que sobre el resto cual águila vuela. 96
Después de haber hablado un rato entre ellos,
con gesto favorable me miraron:
y mi maestro, en tanto, sonreía. 99
Y todavía aún más honor me hicieron
porque me condujeron en su hilera,
siendo yo el sexto entre tan grandes sabios. 102
Así anduvimos hasta aquella luz,
hablando cosas que callar es bueno,
tal como era el hablarlas allí mismo. 105
Al pie llegamos de un castillo noble,
siete veces cercado de altos muros,
guardado entorno por un bello arroyo. 108
Lo cruzamos igual que tierra firme;
crucé por siete puertas con los sabios:
hasta llegar a un prado fresco y verde. 111
Gente había con ojos graves, lentos,
con gran autoridad en su semblante:
hablaban poco, con voces suaves. 114
Nos apartamos a uno de los lados,
en un claro lugar alto y abierto,
tal que ver se podían todos ellos. 117
Erguido allí sobre el esmalte verde,
las magnas sombras fuéronme mostradas,
que de placer me colma haberlas visto. 120[L38]
A Electra vi con muchos compañeros, 121[L39]
y entre ellos conocí a Héctor y a Eneas,
y armado a César, con ojos grifaños. 123
Vi a Pantasilea y a Camila, 124[L40]
y al rey Latino vi por la otra parte,
que se sentaba con su hija Lavinia. 126
Vi a Bruto, aquel que destronó a Tarquino, 127[L41]
a Cornelia, a Lucrecia, a Julia, a Marcia; 128[L42]
y a Saladino vi, que estaba solo; 129[L43]
y al levantar un poco más la vista,
vi al maestro de todos los que saben, 131[L44]
sentado en filosófica familia. 132
Todos le miran, todos le dan honra:
y a Sócrates, que al lado de Platón,
están más cerca de él que los restantes; 135
Demócrito, que el mundo pone en duda,
Anaxágoras, Tales y Diógenes,
Empédocles, Heráclito y Zenón; 138
y al que las plantas observó con tino, 139[L45]
Dioscórides, digo; y via Orfeo,
Tulio, Livio y al moralista Séneca; 141
al geómetra Euclides, Tolomeo,
Hipócrates, Galeno y Avicena,
y a Averroes que hizo el «Comentario». 144[L46]
No puedo detallar de todos ellos,
porque así me encadena el largo tema,
que dicho y hecho no se corresponden. 147
El grupo de los seis se partió en dos:
por otra senda me llevó mi guía,
de la quietud al aire tembloroso 150
y llegué a un sitio en donde nada luce.
[L1]Dante nació en 1265 y se consideraban los treinta y cinco años como la mitad de una vida normal. La acción de la Comedia tiene lugar en la Semana Santa de 1300, dando comienzo, según la mayor parte de los intérpretes el Viernes Santo, 8 de abril, y acabará siete días después.
[L2]La selva oscura es la vida viciosa, el pecado; pero también la confusión de su pensamiento; e incluso la turbulencia política. No debemos tal vez excluir, como en otras discutidas alegorías dantescas, la pluralidad de significados.
De hecho, superación moral, superación del error doctrinal y evocación de la actualidad política son tres constantes de este viaje de ultratumba.
[L3]El monte alegoriza la vida virtuosa que tanto esfuerzo requiere para ser alcanzada por el poeta. Notar la antítesis «oscuridad»/«luz» con que se acentúa el contraste «vicio»/«virtud», «error»/«verdad» aquí alegorizado.
[L4]El sol.
[L5]La onza, o leopardo, es una alegoría de la lujuria.
[L6]Se creía que el mundo había sido creado en primavera, al igual que en primavera tuvo lugar su redención con la muerte de Cristo.
[L7]El león representa la soberbia.
[L8]La loba alegoriza la codicia en la mayor amplitud de su significado.
[L9]Virgilio nació en el 70 a.C. y murió en el 19 a.C. Nació, por tanto, en tiempos de Julio César (100‑44 a.C.), pero no fue del todo contemporáneo.
[L10]Virgilio fue conocido en la Edad Media sobre todo como autor de la Eneida, poema en que a través de la historia de Eneas se glorificaba a la ciudad de Roma y al emperador Augusto. Como sabemos, Eneas fue un principe troyano que huyó de la ciudad destruida llevando a sus dioses tutelares y tras de un largo viaje por el Mediterráneo (en cuyo relato Virgilio imita la Odisea), llegó a la peninsula Itálica, donde tras largas guerras con los habitantes de la misma, descritos según el modelo de la Ilíada, desposó con Lavinia (Infierno, III), dando así origen a la estirpe fundadora de Roma. La Eneida es una exaltación de la idea imperial, que con tanta fuerza abrazó el Dante de sus años últimos.
[L11]El lector que lea estas notas se podrá dar cuenta de cuánta verdad encierran las palabras humildes de Dante.
[L12]Muchas son las teorías acerca de la identificación de este Lebrel que conseguirá expulsar a la loba, pero se tiende a pensar que Dante se refiera, en sentido genérico, a la restauración del poder civil representada por la figura del emperador, que vendría a acabar con las discordias que asolaban Italia y con la corrupción de la misma Iglesia.
Se ha pensado también en Cangrande Della Scala, Señor de Verona, amigo y protector de Dante; e incluso en un futuro papa que restaurara la pureza evangélica y que tuviese una humilde procedencia. «Entre Feltro y Feltro», en el v. 105, se interpretaría como «nacido entre paños humildes», en vez de darle una interpretación geográfica. Feltre, en el Friuli y Montefeltro, en la Romana, lo que significaría que el Lebrel procedería de la Italia septentrional.
[L13]Son todos personajes de la segunda parte de la Eneida: Camila fue una doncella guerrera muerta en combate contra los troyanos; Niso y Euríalo, amigos proverbiales, murieron juntos combatiendo contra los volscos; Turno, rey de los rútulos, principales rivales de los troyanos, fue muerto por el propio Eneas, dando así fin a la epopeya.
[L14]La codicia ha sido directamente enviada por Lucifer, el Envidioso por antonomasía.
[L15]Virgilio será el guía de Dante en el Infiemo y el Purgatorio, pero en el cielo necesitará la guía más digna de lo misma Beatriz.
[L16]El padre de Silvio es Eneas, y su bajada a los infiemos, a imitación de la que narra de Ulises la Odisea, ocupa el libro VI de La Eneida. Roma, la ciudad fundada por los descendientes de este héroe, fue elegida como sede de los papas y cabeza del mundo cristiano.
[L17]El «Vaso de Elección» es San Pablo. La imaginación medieval daba crédito al rapto celeste que San Pablo narró en su segunda carta a los corintios, y que fue el comienzo de su conversión, pero la fantasía popular le adjudicó a partir de esto, un viaje al Infiemo.
[L18]Virgilio se hallaba en el Purgatorio, entre aquellos que se encuentran suspendidos entre el deseo de ver a Dios y su falta de esperanza de lograrlo.
[L19]Se trata de Beatriz, a quien por vez primera se alude en el poema.
[L20]La histórica Beatriz, amada por Dante en la tierra, era hija de Folco Portinari, noble florentino. El poeta la vio por vez primera en 1274, cuando aún era un niño, y se enamoró de ella en 1283. Alrededor de 1286 se casó con Simone dei Bardi y murió en 1290
[L21]Su dueño, en el original «il signor mio», es Dios mismo.
[L22]El cielo de esfera más pequeña es el de la luna, bajo el cual se halla la tierra; es decir. Beatriz excede a todos los mortales.
[L23]La Virgen María, de la que Dante fue un ferviente devoto.
[L24]Santa Lucía de Siracusa, a quien Dante atribuyó la curación de una enfer medad de la vista que a ella estaba encomendada por la forma de su suplicio. En la Comedia representa la gracia iluminante.
[L25]Raquel, mujer de Jacob, representa la vida contemplativa, por oposición a su hermana Lía, por ello está sentada junto a Beatriz.
[L26]Por el amor a Beatriz, Dante se apartó de los poetas vulgares, dedicándose a cantar a su amada con poemas excelsos.
[L27]El poder, la sabiduría y el amor, son las tres personas de la Trinidad cristiana.
[L28]Se trata de los indiferentes, y de los ángeles que en la lucha suscitada por Lucifer, permanecieron neutrales. Se comprende que Dante que vivió toda su vida en la necesidad de tomar partido en una Italia desgarrada, condene en el Infierno a los que no se comprometen con causa alguna. ¿Qué pensaría, por ejemplo, de los florentinos que intentaron permanecer ajenos a la lucha entre gibelinos y güelfos, o entre güelfos negros y blancos, corno única manera de encontrarla paz?
[L29]Es posible que se trate del papa Celestino V, llamado en la vida Pietro da Morrone. Fue este un eremita con gran fama de santo, que fue elegido papa a los setenta y nueve años de edad y que abdicó seis meses más tarde por considerarse indigno de la tarea, dando así lugar a la elección del cardenal Caetani ‑a quien las malas lenguas hacían culpable de haber provocado la renuncia del anciano, asustándole con voces nocturnas‑ que tomaría el nombre de Bonifacio VIII, y que tan fatal había de ser para el poeta.
Un fragmento del verso original «Chi fece... il gran rifiutto» sirve de título a un célebre poema de Cavafis.
[L30]Más que la de los indiferentes se trata ahora de los pusilánimes.
[L31]El Aqueronte es el primero y más grande de los rios infernales; nace, como el resto de ellos, en la estatua del viejo de Creta (Infíerno, XIV) y desemboca en la Estigia (Infierno, VII).
[L32]Caronte, hijo de Erebo y de la Noche, estaba según la mitologla encargado de cruzar las almas de los muertos a través de la laguna Estigia, que separaba la vida de la muerte.
[L33]Cuando muera Dante no vendrá a montar en la barca de Caronte que le lleve al Infierno, sino en otra que le llevará desde la desembocadura del Tiber hasta el Purgatorio (Purgatorio, II).
[L34]El primer círculo del Infierno es el Limbo, donde se encuentran aquellos que no han recibido el bautismo, bien por haber nacido antes de Cristo, haber vivido sin conocer la Revelación, o haber muerto antes del tiempo. Más adelante encontraremos, sin embargo, bastantes excepciones a esta regla.
[L35]Virgiilo murió en el 19 a.C.; llevaba sólo cincuenta y dos años cuando vio llegar a Cristo redentor, bajando a los infiemos gloriosamente después de su crucifixión.
[L36]Jacob sirvió catorce años a su suegro Labán, antes de poder desposar a Raquel.
[L37]Se trata, en efecto, de los grandes modelos de Dante: Homero con sus dos grandes poemas Ilíada y Odisea; Ovidio, autor de Las Metamorfosis y Las Heroidas; Horacio, de las Sátiras, y Lucano, autor de La Farsalia, a los que se van a añadir Virgilio, autor de La Eneida y, completando el sexteto, el propio Dante, que añade así su Comedia a la Lista de los grandes poemas épicos precedentes.
[L38]Anoto sucintamente los personajes del engorroso catálogo con que, a la manera de la época, Dante va a ilustrar este pasaje. Como apunta el maestro Borges, sólo en el episodio de Francesca del canto siguiente Dante superará estas frías enumeraciones, dando la voz a personajes concretos y humanizándolos.
[L39]121‑3 Electra es la hermana de Orestes; Héctor y Eneas, príncipes troyanos; César es el dictador romano, a quien Dante considera el primer emperador.
[L40]124‑126 Camila ya apareció en Infierno, I; Pantasilea es la reina de las Amazonas, muerta por Aquiles. El rey Latino y Lavinia son personajes importantes de la Eneida, pues ésta se desposó finalmente con Eneas.
[L41]Lucio Junio Bruto, que expulsó a Tarquino el Soberbio de Roma, para vengar la violación que su hijo había hecho a Lucrecia, esposa de Tarquino Colatino, y modelo de mujer virtuosa, que se dio muerte para huir de la deshonra.
[L42]Julia es la hija de César y mujer de Pompeyo, cuya muerte no pudo evitar la guerra entre los dos caudillos; Marcia es la mujer de Catón de Utica, como veremos en Purgatorio, I; Cornelia es la hija de Escipión el Africano y madre de los Gracos; fue también considerada como el modelo de virtudes de la matrona de la Roma republicana.
[L43]Salah‑ed‑din, sultán de Egipto, considerado como modelo de caballero musulmán, comparable a los caballeros cristianos (ll37‑ll93). Como veremos, no es el único musulmán de que da cuenta este pasaje.
[L44]Después de los personajes heroicos, Dante nos muestra a los filósofos y científicos, empezando por Aristóteles.
[L45]139‑141 Tulio es Marco Tulio Cicerón. Dioscórides observó las cualidades medicinales de las plantas. Orfeo y Lino son músicos y poetas de la mitología griega.
[L46]Se trata del `Comentario' a las obras de Aristóteles.
[L47]Al círculo donde se castiga el pecado de la lujuria.
[L48]Minos, según la antigua mitología, después de haber reinado prudentemente en Creta, fue considerado como uno de los jueces infernales, junto con Radamante y Eaco (Eneida, VI, 432‑3), pero aquí Dante lo transforma en una fiera un tanto grotesca.
[L49]Semíramis, nombre griego de una reina asiria famoso entre los medievales por su vida licenciosa y violenta. Para algunos representa en la Comedia el amor vicioso.
[L50]Dido, reina de Cartago, rompió por su amor hacia Eneas la fidelidad debida a su antiguo marido Siqueo. Representaría el amor apasionado.
[L51]Cleopatra, reina de Egipto (69‑30 a.C.), representaría el amor interesado, dadas sus relaciones con César y Marco Antonio.
[L52]Elena, hija de Júpiter y Leda, causante de la guerra de Troya, representaría el amor ambicioso.
[L53]Aquiles, el más célebre griego de la guerra de Troya, cuyo sitio en el Infiemo, como amante de Polixena, no es tal vez el que más convendría a su figura heroica.
[L54]Paris, príncipe troyano, hijo de Príamo y raptor de Elena. Tristán, sobrino del rey Marcos de Comualles y amante de Iseo, la mujer de éste último. Su historia fue celebérrima en la Edad Media.
[L55]Francesca, hija de Guido da Polenta, señor de Rávena, y amigo de Dante; y Paolo Malatesta, hermano del marido de ésta, el feroz Gianciotto Malatesta, señor de Rímini, con quien Francesca había sido casada por motivos políticos alrededor de 1275. Como veremos, la propia Francesca narrará a Dante el amor desdichado que les ha condenado, en uno de los pasajes más bellos y conocidos de toda la Comedia. Toda la historia parece ser un ejemplo vivo de la teoría amorosa del «Dolce stil novo».
[L56]Es decir, como apuntamos antes, del grupo de pecadores arrastrados por la pasión amorosa, no por la sensualidad a otras razones.
[L57]El perso es un color mezcla de púrpura y negro (Convivixm, IV, XX, 2).
[L58]Eco del verso de Guido Guinizzelfi: «Al cor gentil rimpaira sempre amore.»
[L59]A Paolo.
[L60]Descubierta, en efecto, su pasión amorosa, los amantes fueron muertos alrededor de 1285 por el marido burlado, que será condenado en la Caína, zona del círculo noveno donde se castiga a los asesinos de consanguíneos (Infierno, XXXII).
[L61]Pues fue un famosísimo poeta en el mundo, y ahora una sombra más en el Limbo, sin esperanza de salvación.
[L62]Se trata de una de las novelas escritas en francés que tan famosas fueron en toda Europa a partir del siglo XII.
[L63]Junto con la de Tristán e Iseo, la de Lancelot y la reina Ginebra, es la historia de amor más conocida del ciclo artúrico popularizada por la novela. El pasaje aquí aludido es aquel en que el caballero Gallehault, o Galeotto, sin saber su secreto amor, condujo a uno a la presencia del otro, e indujo a la reina a que besara al caballero.
[L64]Cerbero es el perro de tres cabezas que guardaba las puertas del Infierno, una vez atravesada la laguna Estigia. Dante lo hace sólo guardián del tercer círculo, el de los glotones.
[L65]Ciacco, el primer florentino que Dante encuentra en el Infiemo, debió ser un conocido parásito de la ciudad, amigo de ser invitado a los festines de sus paisanos. Hay quien le identifica con el poeta Ciacco dell'Anguilliaia.
[L66]La ciudad partida es, por supuesto, la Florencia dividida en bandos políticos.
[L67]El bando salvaje o de los blancos, dirigido por la familia Cerchi, derrotará en 1300 a los negros, capitaneados por los Donati; pero en 1302 serán éstos quien logren expulsar a los blancos, con la ayuda de Bonifacio VIII, lo que provocará el exilio del poeta.
[L68]No es del todo convincente el que Dante aluda a sí mismo y a Guido Cavalcanti.
[L69]En efecto, nos los iremos encontrando a lo largo de nuestro viaje por la Comedia.
[L70]No encontrarán la verdadera perfección, pero su castigo será más perfecto después del Juicio Final, en que se reunirán las almas que ahora penan con los cuerpos que aún se hallan en la tierra.
[L71]Se trata del dios romano de la riqueza, hijo de Démeter y de Casón, que preside el próximo círculo, el de los pródigos y los avaros.
[L72]Renunciamos a escoger una entre las numerosísimas explicaciones dadas a las palabras de Pluto, que podemos resumir en una exclamación de rabia ante la presencia de los viajeros.
[L73]Cuando el arcángel Miguel derrotó a los demonios rebeldes.
[L74]El estrecho de Mesina, donde se hallaban las mitológicas rocas de Scila y el torbellino de Caribdis.
[L75]Porque creen que la Fortuna es la señora de los bienes terrenos, cuando únicamente su distribuidora.
[L76]Descienden al quinto círculo, que es el de los iracundos, acidiosos, soberbios y envidiosos, sumergidos en las fangosas aguas de la Estigia.
[L77]No era permitido estar en el Infierno más que una noche (Eneida, VI).
[L78]También es una referencia virgiliana. Según la antigua mitología, Estigia era una laguna que separaba el mundo de los vivos del reino de los muertos.
[L79]La acidia es el vicio que entristece el ánimo sin motivo.
[L80]Según algunos antiguos comentaristas, Dante habría escrito los siete primeros cantos en Florencia, antes de partir al exilio, y allí habrían quedado dentro de un cofrecillo, que volvió a su poder en 1306 continuando de este modo la obra. No parece ser una hipótesis demasiado fiable, pero no deja de ser atractiva.
[L81]Flegias era un hijo de Marte, que vengó una afrenta hecha por Apolo a su hija Coronide, incendiando su templo de Delfos. Su nombre significa «El incendiario»
[L82]Filipo Argenti dei Adimari fue contemporáneo de Dante. El sobrenombre de «Argenti» se debe a que en alguna ocasión hizo herrar a su caballo con herraduras de plata. Era famoso por su carácter soberbio, pero no olvidemos que fueron los Adimari quienes se quedaron con la casa de los Alighieri al partir Dante al exilio.
[L83]Dite es un nombre latino de Hades, dios de los infiemos. Dante llama así a Lucifer y a la ciudad donde se castiga a los pecadores por malicia, no por incontinencia.
[L84]Mezquitas en oposición a iglesias, como el mal se opone al bien.
[L85]Los demonios intentaron oponerse a la entrada de Cristo en los infiernos, cerrándole la puerta que desde entonces quedó sin cerrojos.
[L86]1‑3 Virgilio, al ver a Dante empalidecer de miedo, procura disimular su turbación para reconfortar al poeta.
[L87]23‑27 Eritone es una hechicera mencionada por Lucano en Farsalia, VI. Dante se vale de esta supuesta bajada de Virgilio a los infiemos, conjurado por la maga, y de la que no existen fuentes literarias, para justificar así la experiencia de Virgilio como guía del viaje. Los comentaristas no se ponen de acuerdo en qué alma fue a buscar Virgilio al pozo de los traidores.
[L88]Son las Erinias, hijas de Aqueronte y de la noche, servidoras de Proserpina.
[L89]De la cabeza de Medusa, una de las tres Gorgonas muertas por Perseo, ya conocemos su virtud de petrificar a aquellos que miraba, incluso después de ser cortada por el héroe.
[L90]Las furias han hecho mal en no tomar venganza de los humanos que intentaron entrar vivos en el Infiemo, como Teseo, que junto con Piritoo intentó rescatar a Proserpina siendo hecho prisionero y posteriormente rescatado por Hércules (Eneida, VI).
[L91]Muchas son las interpretaciones a las que se ha prestado la alegoría de la cabeza de Medusa: la herejía, la desesperación, el miedo, o los bienes terrenos, que endurecen el corazón del hombre. Dada la oscuridad que Dante mismo confiere al pasaje, no han faltado interpretaciones relacionadas con el ocultismo. Pero es posible que, en el fondo, la cuestión, de tan ambigua, carezca de interés.
[L92]A raíz de ser encadenado por Hércules, al que intentó impedir su entrada en el Hades (Eneida, VI, 392‑93).
[L93]En Arlés y en Pola, ciudad del norte de Italia, junto al golfo de Carnaro, existían gran número de sepulturas de la época romana.
[L94]130‑131 En cada sepulcro se encuentra el jefe de una recta herética y sus seguidores, sometidos a mayor o menor castigo en razón de la gravedad de sus doctrinas. En efecto, como bien sabemos, el castigo de los herejes en el mundo, no sólo en el Infierno, era el ser quemados en la hoguera.
[L95]Es decir, después del Juicio Final.
[L96]Epicuro (342‑270 a.C.) es el jefe de la escuela epicúrea, tan mal entendida por la posteridad, y que, en efecto, proclamaba la mortalidad del alma. Esta última fue seguida en la Edad Media por muchas sectas y estuvo particularmente extendida entre los gibelinos, o al menos eso afirmaba la propaganda güelfa. Esto explica los personajes que escoge Dante para ilustrar este círculo.
[L97]El de saber si en aquel lugar había paisanos suyos.
[L98]Farinata degli Uberti, por quien Dante ya preguntó a Ciacco (Infierno, VI), fue uno de los más importantes personajes de la Florencia del siglo XII. Fue uno de los jefes de la facción gibelina y expulsó a los güelfos en 1248, fue expulsado por éstos en 1258, y tras el triunfo gibelino de Monteaperti volvió a expulsar a sus rivales en 1260, oponiéndose a la destrucción de la ciudad que proponían otros jefes gibefinos. Murió en 1264. Dante hace de él una figura inolvidable y grandiosa en medio de su tormento.
[L99]Cavalcante dei Cavalcanti, padre de Guido Cavalcanti, el gran poeta amigo de Dante y jefe de filas del dólce stil novo, pertenció a los güelfos y era bien conocida su confesión epicúrea.
[L100]Es posible que Guido no hubiese tenido gran admiración por Virgilio, pero algún comentarista piensa que a quien Guido desprecia fue a Beatriz, es decir, a la teología, pues sostuvo ideas cercanas al ateísmo. Esta es la versión que hemos elegido; si, en cambio, optáramos por la primera, podría leerse: «quien allá aguarda por aquí me lleva; / vuestro Guido, tal vez, desdén le tuvo». La versión original dice: «colui ch' attende là, per qui mi mena / forse cui Guido vostro ebbe a disdegno». Como vemos, la interpretación depende del valor que demos a «cui»
[L101]Guido murió pocos meses después del supuesto viaje infernal, en el otoño de 1300. Esto explica las palabras de Farinata en v. 103.
[L102]No pasarán cincuenta meses lunares, de abril de 1300 a junio de 1304, sin que sepa Dante lo duro que es para un exiliado intentar el regreso a su patria. En efecto, Dante, desterrado en 1302, intentó regresar a Florencia por la fuerza inútilmente, antes del verano de 1304.
[L103]Los Uberti fueron excluidos de la paz firmada en 1280 entre las facciones florentinas. En el solar de sus torres abatidas por güelfos, surgirá la actual Piazza del Popolo, símbolo del bando popular.
[L104]La batalla de Monteaperti, a la que ya hemos aludido, el 4 de septiembre de 1260 entre sieneses y gibelinos florentinos contra güelfos que resultaron derrotados por completo.
[L105]97‑99 En efecto, Farinata conoce el futuro de Dante, pero Cavalcante ignora la suerte de su hijo Guido.
[L106]Es decir, tardó en contestarles porque se extrañó de que no conociese que Guido aún vivía.
[L107]Federico II tuvo, en efecto, una gran fama de epicúreo entre los cronistas de la época y al parecer afirmaba que el hombre nada es después de exhalar el último aliento. Fue también amigo de musulmanes, y excomulgado por Roma.
[L108]Ottaviano degli Ubaldini, obispo de Bolonia a los 26 años, desde 1240 a 1244, y posteriormente cardenal, murió en 1275, aunque combatió a Federico II y a Manfredo, debió ser gibelino en el fondo. Fue notable por su riqueza y su cultura y muy odiado por los güelfos de Florencia.
[L109]Naturalmente, Beatriz.
[L110]El papa Anastasio II (496‑98), según una tradición no comprobada, aceptó las doctrinas de Fotino de Tesalónica, que negaba el nacimiento divino de Cristo.
[L111]Aquí comienza la descripción de la geografía y la estructura moral del Infiemo dantesco. Espero que el lector no encuentre demasiadas dificultades para hacerse una idea del mismo. Tres son los círculos infernales que restan: el séptimo está dividido a su vez en tres recintos: el primero castiga a los violentos contra el prójimo; el segundo, a los violentos contra sí mismos; y el tercero, los violentos contra Dios y sus designios: blasfemos, homosexuales y usureros.
Como veremos, el octavo círculo llamado Malasbolsas es donde se castigan las muy diversas formas de fraude. En el noveno, por fin, se condenan las diversas formas de traición.
[L112]La bíblica Sodoma, destruida a causa de sus pecados (ver XVIII‑XIX) da nombre a la homosexualidad; Cahors, ciudad francesa famosa por los usureros.
[L113]La Ética de Aristóteles.
[L114]Los pecados que se castigan en los primeros círculos son aquellos causados por la incontinencia, no por la maldad. Tienen un alcance individual y no colectivo y por ello merecen un castigo más leve, aunque no por ello menos eterno.
[L115]En efecto, las palabras de Aristóteles en las que se basa este pasaje se encuentran al comienzo de su Física.
[L116]La naturaleza actúa imitando a Dios y el hombre siguiendo a la naturaleza.
[L117]Traducido libremente, pero conservando la idea que Dante quiere expresar, siguiendo las palabras de Génesis, III, 19: «Comerás el pan con el sudor de tu frente.» El verso original es «... convene / prender sua vita ed avanzar la gente».
[L118]El usurero, en efecto, busca su sustento en el préstamo de dinero, lo que contradice el mandato divino.
[L119]Nos hallamos en el amanecer del nuevo abril, cuando la constelación de Piscis surge sobre el horizonte, y la Osa Mayor se encuentra en la dirección del Coro o viento del nordeste.
[L120]Dante parece referirse a una región entre Verona y Trento llamada Slavini di Marco, para describir la pendiente entre el sexto y el séptimo círculo.
[L121]El Minotauro, que concibió Pasifae, mujer de Minos, rey de Creta, de un toro del que se había enamorado por instigación de Neptuno, para lo cual hizo que el arquitecto Dédalo le fabricase una vaca artificial.
[L122]El Duque de Atenas es Teseo, que mató al Minotauro encerrado en el laberinto, gracias a la ayuda de la princesa Ariadna, poniendo así fin al tributo humano que los atenienses debían pagar al rey de Creta.
[L123]Esta ruina se produjo cuando Cristo murió y, según Mateo, XXVII, 51, tembló la tierra. La gran presa alude a la posterior bajada de Cristo a los infiernos ya comentada en Infierno, IV. Virgilio, en efecto, en su primer viaje, pudo ver aún intacto este lugar.
[L124]Virgilio sigue aquí la doctrina de Empédocles que sostenía que el cosmos se mantenía por la discordia de los cuatro elementos, y que el amor entre ellos los llevaría a mezclarse y regresar al caos primigenio. Virgilio creyó que aquel terremoto pudiera ser la vuelta a dicho caos.
[L125]Se trata del río Flegetonte, que ya había descrito Virgilio en la Eneida.
[L126]Los centauros, con su doble naturaleza humana y equina, representan las fuerzas de la violencia ciega, al igual que Minotauro.
[L127]Neso se enamoró de Deyanira, esposa de Hércules, a la que ayudaba a vadear un río sobre su grupa, a intentó violarla, por lo cual Hércules lo mató con sus flechas.
[L128]Quirón no era hermano del resto de los centauros y fue maestro y educador de Aquiles y otros héroes griegos. Destacaba entre los otros por su sabiduría y prudencia.
[L129]Folo fue uno de los centauros que intentaron violar a las mujeres de los lapitas en las bodas de Piritoo a Hipodamia.
[L130]Alejandro de Macedonia, o acaso Alejandro, tirano de Fero, en Tesalia (siglo IV a.C). El otro tirano es Dionisio el Viejo, tirano de Siracusa (431-367 a.C.)
[L131]Ezzelino III da Romano (ll94‑1259), señor de Verona, Padua y Vicenza, fue durante muchos años tirano en la Marca de Treviso y fue el principal sostenedor de la causa gibelina en el norte de Italia.
[L132]Obiao II de Este, señor de Ferrara, fue muerto al parecer por su hijo bastardo Azo VII.
[L133]En este círculo Virgilio aconseja a Dante que escuche las palabras del
centauro que le serán de más provecho que las suyas.
[L134]Guido de Monforte mató en una iglesia de Viterbo a Enrique, sobrino que dio
del rey Eduardo I de Inglaterra, para vengar la muerte injusta que este último fue
había dado a su padre. El corazón del príncipe fue trasladado a su patria y colo‑ cado en una copa que sostenía una estatua en la abadía de Westminster. El hecho ocurrió en 1271 y Guido murió prisionero en Sicilia dieciséis años después.
[L135]Atila es, por supuesto, «El Azote de Dios»; jefe de los hunos, muerto en 453.
[L136]Pirro es acaso un hijo de Aquiles de quien habla VirgiLo en Eneida, II que dió muerte a Polixena, hija de Hécuba, sobre la tumba de su padre. Sexto hijo de Pompeyo, que manchó con su crueldad la memoria respetada de su padre.
[L137]Raniero de Cornetto y Ranier Paso fueron dos nobles de baja condición que se dedicaron al bandidaje en la Toscana.
[L138]Confines de la Maremma toscana.
[L139]Las arpías, hijas de Taumante y Electra, tenían cuerpo de pájaro y rostro de mujer. Virgilio en Eneida, III, las colocaba en la isla de Estrófade, de donde echaron a los troyanos de Eneas, ensuciando la mesa en que comían.
[L140]Este juego de palabras parece inspirado en el estilo cancilleresco, o diplomático, en el que fue muy experto el personaje que conoceremos a continuación y debe tener, por ello, un carácter paródico.
[L141]Escondida detrás de los árboles, naturalmente, y no que fuesen los árboles mismos.
[L142]Para este episodio, Dante se inspira de nuevo en Virgilio, Eneida, III. De igual manera lo recogerá T. Tasso en su Gerusalemme Liberata.
[L143]Pier della Vigna, nacido en ll80, poeta y protonotario de Federico II. Fue el más íntimo de sus mensajeros reordenando toda la legislación del estado en 1231. En 1248 perdió la gracia del emperador y fue encarcelado acusado de traición dándose la muerte en 1269, rompiéndose la cabeza contra el muro.
[L144]La envidia de los cortesanos fue, según el diplomático, la causante de su desgracia junco al emperador.
[L145]Aparecen ahora otros dos condenados, no como suicidas, sino como dilapidadores de sus bienes (ver Infierno, XII). Se trata de Ercolano Maconi de Siena miembro de la cofradía de dilapidadores de la que Dante hablará en Infierno, XXIX que murió en la batalla de Toppo contra los aretinos en 1287; y de Giacomo de Sant Andrea, riquísimo noble de Padua que gastó su fortuna de una manera escandalosa, llegándose a contar que arrojaba monedas a los peces.
[L146]El suicida cuya alma se ha transformado en este arbusto es un florentino de difícil localización; acaso un tal Rocco dei Mozzi.
[L147]Florencia, según cuenta Dante en varias ocasiones, había estado puesta en la antigüedad bajo el patronato de Marte, a quien estaba dedicado el templo que luego sería transformado en el Baptisterio de San Juan, que pasaría a ser el nuevo patrono de la ciudad. En venganza de ello, Marte no deja de enviar castigos a la ciudad, y aún más enviaría de no ser porque en el Ponte Vecchio aún quedaban vestigios de una estatua suya rescatada del fondo del río. Dicha estatua al parecer, estaba dedicada en realidad al rey ostrogodo Teodorico (Paraíso, XVI, 26).
[L148]Según la leyenda, Atila habría destruido Florencia para reconstruir Fiesole y vengar así al romano Catilina. Pero al parecer se confundía a Atila con el ostrogodo Totila, que asedió la ciudad en 542.
[L149]Nos encontramos ahora, y en los dos siguientes cantos, en el segundo recinto del círculo séptimo, donde se castiga a los violentos contra Dios en un arenal ardiente sobre el que cae una incesante lluvia de fuego: blasfemos, que yacen boca arriba; homosexuales, caminando sin tregua; y usureros, sentados.
Poesía: Dante Alighieri - La Divina Comedia - Infierno . Canto IV - Links
- Poesía: Dante Alighieri - La Divina Comedia - Infierno . Canto I (1)
- Poesía: Dante Alighieri - La Divina Comedia - Infierno . Canto II (1)
- Poesía: Dante Alighieri - La Divina Comedia - Infierno . Canto III - Links (1)
You have an alphabetical guide in the foot of the page in the blog: solitary dog sculptor
In the blog: Solitary Dog Sculptor I, the alphabetical guide is on the right side of the page
Thanks
Usted tiene una guía alfabética al pie de la página en el blog: solitary dog sculptor
En el blog: Solitary Dog Sculptor I, la guia alfabética está en el costado derecho de la página
Gracias
Ricardo M Marcenaro - Facebook
Blogs in operation of The Solitary Dog:
solitary dog sculptor:
http://byricardomarcenaro.blogspot.com
Solitary Dog Sculptor I:
http://byricardomarcenaroi.blogspot.com
Para:
comunicarse conmigo,
enviar materiales para publicar,
propuestas comerciales:
marcenaroescultor@gmail.com
For:
contact me,
submit materials for publication,
commercial proposals:
marcenaroescultor@gmail.com
Diario La Nación
Argentina
Cuenta Comentarista en el Foro:
Capiscum
My blogs are an open house to all cultures, religions and countries. Be a follower if you like it, with this action you are building a new culture of tolerance, open mind and heart for peace, love and human respect.
Thanks :)
Mis blogs son una casa abierta a todas las culturas, religiones y países. Se un seguidor si quieres, con esta acción usted está construyendo una nueva cultura de la tolerancia, la mente y el corazón abiertos para la paz, el amor y el respeto humano.
Gracias :)
Comments (0)
Publicar un comentario