Federico Manuel Peralta Ramos - Crónicas de un Artista verdadero - Part 1

Posted by Ricardo Marcenaro | Posted in | Posted on 18:31



Federico Manuel Peralta Ramos (Derecha) 
Ricardo María Marcenaro (Izquierda)


Argentina




Voy a empezar una serie de relatos en los que pretendo hablar de alguien que fue un fuera de serie total, un personaje destacado como pocos de esta Buenos Aires única: Federico Manuel Peralta Ramos.
Fede, mi amigo.

Así fue que nos conocimos:
Salía de tomar un café en La Biela, Recoleta, Buenos Aires y como se que no escribo para Argentinos solamente, le pido a los que lo son paciencia si sobre describo, 109 países entran a mis blogs, la gente usa traductores y me gusta ser amable con todos.
La Biela en Buenos Aires es como el Café de la Paix en Paris, el de Guijón en Madrid, uno de los más famosos de nuestra hermosa capital.

Venía caminando tranquilo pero estaba algo agitado, soy asmático, en esa época estaba sujeto a grandes presiones ya que estaba en una sociedad en un negocio de decoración cerca de ahí, donde se manejaban trabajos y obligaciones grandes.
A unos treinta metros lo veo venir a Fede solo, caminaba en mi dirección por la misma vereda, a un asmático no le gusta que se le note la asfixia por lo que venía haciendo esfuerzos para que no se me notara, tratando de respirar calmo.
Llegó el momento de cruzarnos y justo al pasar al lado escucho que Federico dice para si: ¡Qué cara de ahogado! A lo que contesté de inmediato: ¡Qué cara de pescado!

Al otro día tomaba algo en la esquina del negocio, café La Rambla, Posadas esquina Ayacucho, conocidísimo también, pero muy para la gente del barrio a esa hora temprana de la tarde, no tan turístico como La Biela.
Entró Federico, me preguntó si podía sentarse conmigo y a partir de ese momento no nos separamos más hasta su muerte, cinco años después.

Remarco que una persona del común, o un vanidoso, inseguro, o un simple idiota, me hubiera mirado con odio o recelo, lo que le dije el día anterior en la calle sé que lo escuchó, lo emití en un tono audible pero que quedaba solo entre nosotros.

Así de sensible e inteligente era Fede, tenía una antena inmensa y sabía detectar a los demás.

Ese día charlamos largamente como fueron siempre nuestras conversaciones.
Nos unieron pasiones muy fuertes:

1.    Nuestro profundo amor a la Argentina.
2.    Nuestras conversaciones acerca de Dios.
3.    Una forma totalmente poética de pensar, sentir y ver la vida.
4.    Un profundo amor a la verdad y la transparencia.
5.    Comunes anecdotarios frondosos con los que nos reíamos mucho sin burlarnos de nadie.
6.    Un marcado sentido del humor con que nos veíamos a nosotros mismos y luego a la vida.
7.    Un sentimiento mundano.
8.    Estar más allá del bien y el mal. Ambos dos personas bien plantadas y muy seguras de si mismos.
9.    Estar abiertos a todas las clases sociales sin ser demagógicos, tratando de disfrazarnos de nada, siempre respetando al otro siendo uno mismo.
10.    Principios generales que parecieran haberse extinguido de este mundo, el amor al apellido, al origen, proceder noblemente en la medida de lo posible.

Las entregas serán varias y me ceñiré a lo que viví personalmente con él o lo que él me transmitió.
Federico fue una de las personas más conocidas de Buenos Aires, no está, en mi opinión, escrita y documentada su vida ni el verdadero lugar que le corresponde entre los artistas nacionales ni mucho menos el frondoso anecdotario que su generosa personalidad provocó.

Igualmente, es necesario reproducir algo de su vida, para que a quienes no lo conocieron se les haga una aproximación de quien hablamos, he aquí alguna de sus frases, en las que era un portento condensador de la realidad, su mente poética era una maravilla:

"Eso es lo que yo hice siempre en la Argentina: abrí las ventanas para que entre un poco de aire fresco. Ahora el aire fresco ha invadido el país, todo el mundo tiene ganas de hacer más cosas, manifestarse, se acabó el miedo al papelón. Durante mucho tiempo una forma de argentinizar una idea era no concretarla. Pero ahora eso se terminó, ya nadie quiere postergar sus sueños"

"El arte no tiene elementos intermediarios. El sujeto es el objeto y la contemplación estética desaparece, disuelta en la vida social. En un mundo cada vez más poblado por ficciones de todo tipo, el arte encuentra su lugar en la vida social"

"La mujer come seso, se alimenta de energía mental. A la mujer le gusta el tipo inteligente"

"Soy como el boomerang que no quiso volver porque se encontró con Dios"


Publicaré en el tiempo algo de lo poco que se ha escrito sobre él, pero la verdad que en general quienes lo han hecho, sin conocerlo personalmente, en el mejor de los casos, para el reportaje y de comentarios de terceros tienen el vicio de endilgarle calificativos y sobre escribir en una forma que no estoy de acuerdo y no dudaré en observar en la publicación a manera de corrección que se merece y hacerlo es justicia.

Gracias.
Ricardo Marcenaro


 
 
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Comments (8)

Muy apropiada la descripción del café de La Biela, Saludos!

Disculpame que se me pasó está Recoleta, si hago artículos muy largos no se leen, la gente lee cada vez menos así que el link que dejás está muy bien, debí hacerlo, pero demasiada cosa y tiempo lleva esto. El punto es Federico y en pequeñas entregas, así que muy bueno tu aporte.
Abrazo

Un grande en todo sentido. Lo bueno dura poco, y para no ser un recuerdo,se debe ser re-loco.

Mirá Flavio, Te aseguro que Fede no era un freaky, era un gran lúcido, lo que pasa que el parámetro de lo que llamamos normalidad es el estado de cretino sin reserva.
El tenía como yo una mente poética practicante, era eso, un condensador de situaciones que vivía en un planeta básico de poesía, por eso nos llevábamos súper, no hablabamos dos lenguajes diferentes, era el mismo.
A mi cuando me describen como un tipo muy loco no me hace mucha gracia, tampoco es que me jode, pero no me gusta la confución de lo lúcido o lo hiper-lúcido con la locura o el reviente.
Es pasar mucha vida por el colador no escondiéndose, no temiendo, aprendiendo y cargando mucha data y experiencia, pero así y te leas todo y veas todo, cosa que tampoco es posible, es un sin receta, estás tocado por el de arriba que te puso aquí para hacer algo, eso no se inventa, se tiene y se desarrolla, porque si no lo desarrolás, quedás en un marmota extraño, quizás.
Federico fue un gran inspirador de artistas y de seres humanos, eso nos unió mucho, creíamos en inspirar, como creo.
A lo que llamamos comunmente, en el sentido que creo que aplicás, el ser loco, eso pasa por dentro, no hace falata circo ni falta de respeto, eso es ser lúcido.
Fede hablaba y convivía con todos, tenía don de gente, incapaz de dañar ni ser avieso con nadie, menos de usar a alguien.
Era inmenso, nos queríamos mucho.

Ricardo me encantó lo que escribiste de Federico Manuel. Yo lo fui descubriendo de a poco, y me parece que fue un tipo muy lúcido.
Estoy tratando de saber dónde se pueden hallar los audios de los discos que grabó en la década del 70. ("Soy un pedazo de atmósfera") supongo que alguien los debe tener digitalizados. ¿vos me podrás ayudar? Muhas gracias! Fernando

Nano, como ya estás en mi Facebook y te contesté el asunto por ahí, no repetirse, simplemente agradecerte tu comentario y bienvenirte siempre que quieras comentar en el blog que es donde prefiro que lo hagan, el Facebook cría vagos, abrazo :)

Hola encontré de casualidad este blog y me gustó mucho leer tus recuerdos sobre Federico, un ser muy exquisito y extraño.
Saludos
Julio

Hola Ricardo! Tendrás algún mail de contacto para pasarme? Saludos, Esteban.

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