Ricardo Marcenaro bitácora - ¿Qué necesito de ti para justificar mis decisiones?

Posted by Ricardo Marcenaro | Posted in | Posted on 13:06




Luna azuL.rm.ph.





¿Qué necesito de ti para justificar mis decisiones?




María le acariciaba el pelo al borde de la cama, lo miró le dijo: - ¿tú eres el que cuida ésta casa, no?
Se lo dijo con boca y caricias de perrito, pobre perrito dormido, herido, enredado en sus raíces, su plato de comida, su vaso, su techo provisorio, que de aquí no se va a mover, se le escuchó pensar, su voz compasiva, su lástima en la yema de los dedos, así lo dibujó.
Días antes hablaba de si él viajaría, de pasaportes, de anclas y cadenas y condenas, de papeles que se dejan, fotos, sillas, roperos, alquileres regalados en el sur de Italia y propiedades en venta en la nada por nada.
Él yacía relajado, cansado, partido por las palabras, los momentos en fuga, las cuerdas con nudos y los nudos que descuerdan.
Ella lo acarició por cinco minutos, como agradecida, agradecida se le llenaban los ojos de enternecer, las ventanas reflejadas se le encendían de golpe en la retina, los veladores, el cigarrillo recién encendido a tiempo de postre, él por fin, visto a lo oscuro desde lo oscuro.

Esa noche la luna se enredó en la parra, los nidos se inquietaron, los pájaros cantaron madrugada, el gato se hizo un rollo, de la mesa cayó un vaso, se quemaron dos bombillos de luz, llegaron más cuentas que pagar, se terminó de vaciar la heladera.

¿Tú eres el que cuida ésta casa, no?
En ese mismo momento, él que estaba silencioso, que parecía relajado en un después que fugaba, en silencio, relajado, tradujo, captaba esa piedad con que el bisturí recorría de nuca a cola abriéndolo como res, la verdad.
¿Tú eres el que cuida ésta casa, no? Resonaba.
¿Tú eres el que cuida ésta casa, no?
¿Tú eres el que cuida ésta casa, no?
Le rebotaba y recordó lo que en ese mismo momento se le reveló con un dolor sordo, ya insinuado, atrapado entre los dos desde un principio.
Ella se despedía.















 



Comments (4)

Seguir caminando,...¿que más queda?...con el cuerpo valiente...lado ... línea segura, para formar un águlo recto con la tierra ...que apenas tocamos con nuestros pies...seguir caminando,,,enterarse que álguien más habita en la tierra...¿tierra?...¿cielo?...enterarse y escuchar ...¡que linda es la música...esa, la que te gusta, la que gusta a cada uno!...¡que lindo desnudarse el alma y escribir...ooooooooooh, que lindo es...! Dibujar en la mente lo que el alma quiera......perderse, si se quiere...con los ojos cerrados... te quiero amigo bello...!

ooooooootra vez me equivoqué...¡que raya!......tan bonito que lo había sentido... águlo en lugar de escribir ángulo me hizo aterrizar..plooottttttt. ..

Lo que dijiste es maravilloso y te juro que en este momento tan especial de a horitas del fin de año, totalmente solo como la voy pasando y la pasaré, me muerde adentro, porque ser sincero, l bronca que me revuelve, en final, es que estas navidades no las iba a pasar solo.
Aguantarse, aguantarse, onrar con lo que uno cree que es la sabiduría, hacer en el tiempo, siempre, lejos y de tan lejos, tan abstenido, inmensamente íntimo y adentro, yo siento a los demás, se cómo están y sé cuando piensan en mí.
Fin de año con antena portátil bípedas Buenos Aires-Mardel...
Te agradezco mucho tus palabras.
Te aseguro que he escrito mucho, estoy muy revuelto y con muchos temas por delante y básicamente bien, hoy ardido, detesto las fiestas, las fuestas son para la niñez.

Sabés que lo leí de nuevo, y me gusta, es un bello cuento, está bien escritom es una anécdota poética, humana, está bien. Como pieza queda.

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