Ricardo Marcenaro bitácora - Barba. Barba. Barba. Barba. Barba. Barba. Barba. Barba.

Posted by Ricardo Marcenaro | Posted in | Posted on 18:31





Barba: un producto natural totalmente perteneciente a la naturaleza que con ejemplo viviente fluye proyectándose.
Barba: se adquiere en forma gratuita, no necesita mantenimiento, protege el cutis de los factores agresivos del medio ambiente. 100 % ecológica.
Barba, atractiva, sugestiva, definitiva, carente de todo término medio, ideal para atraer las miradas de gente acostumbrada al estereotipo.
Para estas Navidades regale una barba:
Posibilite el crecimiento de una barba en su hogar,
Déjese o déjele dejarse la barba, que peludo como un mono:
¡Será feliz!

Salte las barreras de la colateralidad, el traspaso de partido, la identificación ideológica, policial, sociológica o consideración artística y/o clasificatoria que en cualquier sentido le impida la magia de esta sensación nueva y sana que le brota del cuerpo como una antena filamentosa:
Eléctrica de sentido,
Siempre pronta a captar.
(¿Captaste?)

Una barba en su árbol de Navidad y otra en su pesebre, se lo recomienda su farmacéutico, el panadero, el turronero, y hasta el pandulcetero, ¡joder!
Una barba en la cama: ¡Qué placer!

Barba: sola o acompañada la mejor opción para todo el día.
Cómprela en quioscos, mercerías o supermercados con su set de brotación instantánea. En una semana dejarán de ser los alfeñiques como el que fui hace treinta años, en una sola condenada semana: ¡30 años de brotación garantida!, (¡la sabiduría la pone usted!)

Si usted piensa: barba.
Y si usted no piensa, también: barba, ¡así parece que piensa!
¡Piénselo!

No puede haber nada más penoso que una Navidad lampiña:
No se haga eso.

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Aceptamos Pelocard y AmericanHairless.



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