Ricardo Marcenaro bitácora - Día OM OM

Posted by Ricardo Marcenaro | Posted in | Posted on 2:36



Día OM OM

Hoy fue un día raro. Algo tiene que ver la lluvia de ayer que estuvo alimentada por vaya a saber que cósmica preciosura.
Por ejemplo, ayer con la lluvia el gato se la pasó en la cama, cerca de la ventana que da al jardín, y durmió y durmió mientras yo hacía.
Hoy no me dejaba hacer, no era la comida, agua ni nada de eso, me pedía que lo acompañara al jardín, como si algo invisible lo inquietase.

Salí con Agustín y Elías, puerto de Olivos, cerveza y papas fritas a las cinco de la tarde, todo bien, Agus un poco apagado por trances que le suceden. Nos parecemos en los apasionamientos.
Al salir un golpe, ella no estaba. Regular la mente, borrar, desagrado mezclado con un cierto temor. Raro.

Llegamos a casa con Agus, el tiempo entre los dos se va rápido, quedo solo, ambos estábamos raros, como ausentes, me senté al teclado.
Contactos:
Todos reclamos, hasta una señora que se borra porque no le hablé cuando ella me exigía.
Recién entrada y exigiendo de una forma que no me agradó, inbancable, hasta luego, no tengo tiempo para eso.
Perturbación en Buenos Aires y provincias argentinas, ¿una bomba psicológica habrá caído?

Siempre pienso que hay cosas en el aire que hacen que nos comportemos de cierta manera, no solo pienso, creo.
Por ejemplo, en el norte argentino, los pueblos que habitan La Puna de antiguo, sus médicos, las machis, hablan de mal del aire y les aseguro, son gente que sabe muchas cosas, son callados, no tarados.

Ahora el gato duerme tranquilo en la cama pero creo que, me doy cuenta ahora, también extrañó a quien lo trajo. Parece no recordar, ya no duerme en su cuarto, pero quien sabe.
No, no es eso. Es el aire, algo que pareciera irritarnos las antenas a veces y otras nos la frota sonrientes y llenas de brillo nos lo contagia para iluminarnos el cuerpo y no solo lo que vemos sino la manera en que lo vemos, que está en el sentir, cosa que justamente se altera en el sentir in-fluido en un no sé qué del cosmos.
También como el gato me voy relajando, no fue un mal día, necesitaba aire, mi horizonte amado en el río que me hace soñar con lugares abiertos y salvajes, amables siempre a mi espíritu.
Fluyen las energías en el éter como nosotros fluimos y somos casi enteramente de fluido.
A lo líquido fui, como a un presagio.
Vaya a saber, ya se verá, qué.

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