Filosofia: Cioran - Desgarradura - Parte 5 - Urgencia de lo peor - Parte 2
Posted by Ricardo Marcenaro | Posted in Filosofia: Cioran - Desgarradura - Parte 5 - Urgencia de lo peor - Parte 2 | Posted on 22:25
II
En alguna ocasión he sostenido que sólo podría admirar a un hombre
ultrajado y feliz. Acabo de darme cuenta de que Epicteto fue más lejos: agonizante
y feliz, decía él. Sin embargo, tal vez sea más fácil alborozarse en la
agonía que en la deshonra.
*
Sólo quien padece varias
dolencias crónicas, es decir, recurrentes, puede comprender plenamente la idea
del Eterno Retorno, pues goza de la ventaja de pasar de una recaída a otra, con
la reflexión filosófica que ello implica.
*
Un hombre que se precie no tiene
patria. Una patria es un engrudo.
*
En el escaparate de una librería
de medicina, en primer plano, un esqueleto. Sentí tal repugnancia que escupí de
asco. Pensé después que, habiéndolos exaltado tantas veces, hubiera debido
mostrar alguna gratitud hacia esos huesos sarcásticos, cuya imagen, y sobre
todo la idea, me han sostenido caritativamente en innumerables ocasiones.
*
En cuanto sale uno a la calle y
ve a la gente, exterminio es la primera palabra que acude a la mente.
*
Enviar un libro a alguien es
cometer una efracción, un allanamiento de morada; es usurpar su soledad, lo más
sagrado que posee, y obligarle a renunciar a sí mismo para que piense en
pensamientos ajenos.
*
"Por fin alguien que no
tuvo un sólo enemigo", pensé en el entierro de C. ‑No es que fuera
mediocre, pero ignoraba hasta lo inaudito la embriaguez de herir.
*
X. no sabe ya qué hacer consigo
mismo. Los acontecimientos le atormentan demasiado. Su pánico me resulta
saludable, pues me obliga a calmarle, y ese trabajo de persuasión, esa búsqueda
de argumentos tranquilizadores, me apacigua también a mí. Para evitar la
ansiedad lo mejor es relacionarse con gente más ansiosa que uno mismo.
*
Todas esas miradas duras e
implacables cuya expresión, en caso de motín, no me atrevo a imaginar.
La palabra "prójimo"
no tiene ningún sentido en una gran ciudad. Era un vocablo legítimo en las
civilizaciones rurales, donde todo el mundo se conocía bien y podía amarse o
detestarse en paz.
*
Ritual tántrico: durante la ceremonia
de iniciación le presentan al candidato un espejo que le devuelve su propia
imagen; contemplándola comprende que no es más que eso, es decir, nada.
¿Para qué tantos aspavientos
cuando tan fácil resulta darse cuenta de lo poco que se es?
*
Plotino conoció cuatro éxtasis;
Ramana Maharshi sólo uno. Pero qué importa el número.
Si hemos de compadecer a
alguien, compadezcamos a quien nunca haya presentido ninguno y hable de oídas.
*
Ese hombrecillo ciego de apenas
unos días que mueve la cabeza en todas las direcciones buscando no se sabe qué;
ese cráneo desnudo, esa calvicie original; ese simio ínfimo que durante meses
ha residido en una letrina y que, olvidando sus orígenes, pronto escupirá a las
galaxias...
*
En casi todos los pensadores se puede
observar la necesidad que tienen de creer en los temas que tratan, incluso de
identificarse con ellos hasta cierto punto. Esa necesidad, censurable en
teoría, resulta una bendición, pues gracias a ella no les asquea pensar.
*
Si existiera una manera
corriente, o incluso oficial, de matarse, el suicidio sería mucho más fácil y
frecuente. Pero como para morir cada uno debe encontrar su propia fórmula, se
pierde un tiempo tan precioso sopesando tonterías que se olvida lo esencial.
*
Durante varios minutos me
concentro en el paso del tiempo, fijando toda mi atención en la
emergencia y el desvanecimiento de cada instante. En realidad, mi mente no se
detiene en el instante individual (que no existe), sino en el hecho mismo del
paso, de la interminable disgregación del presente. Si realizáramos esta
experiencia sin interrupción durante todo el día, el cerebro también se
desintegraría.
*
Ser es estar acorralado.
*
En las familias desquiciadas
surge siempre un vástago que se consagra a la verdad y se pierde buscándola.
*
Lo que más me ha asombrado en la
mayoría de los filósofos que he conocido es su falta de discernimiento. Nunca
atinan en nada: qué extraordinaria ineptitud para lo justo. ‑El vicio de la
abstracción corrompe la mente.
*
Desde hace unos cuarenta años no
he dejado de sentir ni un sólo día una especie de crisis no declarada de
epilepsia. Lo cual me ha permitido estar en forma y guardar las apariencias.
...Pero, ¿qué apariencias?
*
Las personas capaces de ser
objetivas en cualquier circunstancia dan la impresión de salirse de lo normal.
¿Qué se ha roto o pervertido en ellas? Imposible saberlo, pero se intuye un
trastorno serio, una anomalía. La imparcialidad es incompatible con la voluntad
de afirmarse o, simplemente, de existir. Reconocer los méritos de los demás es
un síntoma alarmante, un acto contra natura.
*
"Ni este mundo, ni el otro,
ni la felicidad están hechos para el ser abandonado a la duda".
Esta frase del Bhaghavad Gita es
mi sentencia de muerte.
*
Trato de combatir el interés que
me inspira, me imagino sus ojos, sus mejillas, su nariz, sus labios, en plena
putrefacción. Es inútil: lo indefinible que se desprende de ella persiste. En
momentos así es cuando se entiende por qué la vida ha conseguido mantenerse a
despecho del Conocimiento.
*
Cuando se ha
"comprendido", lo mejor sería morirse en el acto. Pero, ¿qué
significa comprender? Lo que verdaderamente se comprende no puede
expresarse de ninguna forma, no puede transmitirse a nadie, ni siquiera a sí
mismo, de manera que morimos ignorando la naturaleza exacta de nuestro propio
secreto.
*
Imaginar únicamente cosas que
nos gustaría rumiar en una tumba.
*
Siempre me han seducido las
causas perdidas y los personajes sin porvenir, cuyas locuras he asumido hasta
el extremo de padecerlas casi tanto como ellos. Cuando estamos condenados a
torturarnos, los tormentos propios, por grandes que sean, no nos bastan; nos
apropiamos los ajenos, para llegar a ser cien, mil veces más desgraciados.
*
Poseer el sentido de lo perpetuo
solamente para lo negativo, para lo que daña, para lo que contraría al ser.
Perpetuidad de amenaza, de inacabamiento, de éxtasis deseado y fallido, de
absoluto entrevisto, rara vez alcanzado; a veces sin embargo superado,
rebasado, como cuando nos evadimos de Dios...
*
En la linde del bosque, una
paloma herida por alguna bala perdida avanzaba a pequeños saltos. Esos
movimientos cómicos, que parecían divertirla, daban a su agonía un
carácter alegre. Hubiera querido llevármela, pues hacía frío y la noche se
acercaba, pero no sabía a quién confiarla: nadie se hubiera ocupado de ella en
aquella región cerrada y morosa. Tampoco podía intentar apiadar al jefe de la
pequeña estación donde iba a tomar el tren. Así que abandoné a la paloma a su gozo
de morir.
*
Haber estado siempre acosado por
males particularmente fieles y no haber convencido a nadie de su realidad. Bien
mirado, es justo que así sea: las dotes de charlatán y chistoso no se exhiben
en sociedad impunemente. ¿Cómo conseguir luego que se admita la existencia de
un mártir alegre?
*
Estar cansado no solamente de lo
que se ha deseado sino de lo que se hubiera podido desear. De todo deseo
posible, en realidad.
*
Los grandes santos no querían
hacer milagros; consentían de mala gana, como si les obligara alguien.
Una repugnancia tan viva procedía sin duda del miedo a pecar de soberbia y a
ceder a la tentación del titanismo, al deseo de igualar a Dios y de robarle sus
poderes.
A veces, en el paroxismo de la
voluntad, es concebible que puedan forzarse las leyes de la naturaleza.
Esos momentos son tan extenuantes que dejan sin aliento, sin la energía
interior capaz de transgredir y violar dichas leyes. Y si la intención del
milagro agota, ¿qué ocurrirá con el milagro mismo?
*
Siempre que encontramos algo de
verdad existente, real, pleno, nos gustaría que todas las campanas repicasen
como en las grandes victorias o las grandes calamidades.
*
Experimentar en medio de una
feria sensaciones de las que habrían estado celosos los Padres del Desierto.
*
Quisiera proclamar una verdad
que me excluyera para siempre del mundo de los vivos, pero sólo conozco el
sentimiento, no las palabras que podrían expresarlo.
*
Te atreviste a llamar al Tiempo
"hermano", a aliarte al peor de los torturadores. Nuestras
diferencias son evidentes: tú corres a su lado, mientras que yo lo precedo o lo
sigo a rastras, sin adoptar jamás sus maneras y no pudiendo considerarlo más
que cuando siento por él una especie de pena especulativa.
*
Según el autor gnóstico del Apocalipsis
de Juan, llamar al Altísimo infinito es apuntar muy bajo, pues El es
"mucho más que eso".
Me gustaría conocer el nombre
del autor que vio con tanta perspicacia en qué consiste la extravagante
singularidad de Dios.
*
Es una lástima que no se pueda
progresar en modestia. Yo lo he intentado con verdadero ahínco, lográndolo
únicamente en momentos de gran fatiga. Una vez desaparecida ésta, mis esfuerzos
han resultado siempre vanos. La modestia debe ser un estado muy poco natural
para que sólo pueda alcanzarse mediante el agotamiento.
*
Aquel náufrago, recién llegado a
la isla, lo primero que vio fue una horca y, en vez de amedrentarse, se sintió
tranquilo: se hallaba entre salvajes, de acuerdo, pero en un lugar donde
reinaba el orden.
*
Pienso con frecuencia en las
emociones de cualquier pagano tras el gran cambio de Constantino. Mi vida ha
sido un perpetuo terror ante los dogmas, ante los dogmas nacientes.
Los dogmas vacilantes, por el
contrario, me seducen, pues han perdido su agresividad. No obstante, aun
sabiéndolos amenazados, no puedo olvidar que su delicuescencia prepara el
advenimiento de un mundo que temo. Así, la simpatía que me inspiran acaba por
alimentar mi pavor...
*
El éxito, los honores y todo lo
demás sólo son excusables si quien los conoce siente que acabará mal y
los acepta únicamente para, llegado el momento, gozar plenamente de su
propia caída.
*
"Ni en el mármol helado de
las estatuas he visto nada tan impasible", escribe Barras a propósito de
Robespierre. Me pregunto si la imperturbabilidad de ese crápula espléndido que
fue Talleyrand no era una copia ultrarrefinada de las maneras y el estilo del
Incorruptible.
*
Fundar una familia. Creo que me
hubiera sido más fácil fundar un imperio.
*
El escritor auténtico escribe
sobre los seres, las cosas y los acontecimientos, no sobre el hecho de
escribir; se sirve de las palabras, pero no se demora en ellas, ni las hace el
objeto de sus disquisiciones. Lo será todo, menos un anatomista del Verbo. La
disección del lenguaje es la manía de quienes no teniendo nada que decir se
confinan en el decir.
*
Tras una grave enfermedad, en
algunos países de Asia, como en Laos, existe la posibilidad de cambiar de
nombre. Qué clarividencia demuestra semejante costumbre. En realidad,
deberíamos cambiar de nombre tras cada experiencia importante.
*
Sólo la flor que cae es una flor
total, ha dicho un japonés.
Casi podría decirse lo mismo de
una civilización.
*
La base de una sociedad, de toda
sociedad, se halla en cierto orgullo de obedecer. Cuando este orgullo
deja de existir, la sociedad se derrumba.
*
Mi pasión por la historia
procede de mi buen olfato para lo caduco y de mi apetito de lo condenado.
*
‑¿Es usted reaccionario?
‑Tal vez, pero en el sentido en
que Dios lo es.
*
Somos y seguiremos siendo
esclavos mientras no estemos curados de la manía de esperar.
*
Reconforta poder decirse: mi
vida corresponde punto por punto a la clase de atasco que me deseaba a
mí mismo.
*
Durante más de treinta años mi
padre administró la extremaunción miles de veces. Al igual que su
"compañero" el sepulturero, no poseía el sentimiento de la muerte,
sentimiento que nada tiene que ver con el cadáver, sentimiento íntimo,
el más íntimo de todos, que experimentaríamos, si estamos predestinados a él,
hasta en un mundo donde no existiera la posibilidad de morir.
*
Esos momentos en los que
actuamos como si nunca hubiera existido nada, en los que suspendemos toda
espera por falta de instantes, y en los que sería inútil buscar en lo más
profundo de nosotros mismos una partícula de ser aún manchada de Posible.
*
Aquella nonagenaria se extinguía
sin estar enferma, sin que le ocurriera nada, se moría simplemente porque no
podía durar más... Cuando entré en su habitación la encontré adormilada; aun
así tuvo fuerzas para murmurar: "Es el final, es el final". "Qué
más da, no hay por qué preocuparse", le repliqué. Ella esbozó una sonrisa
imprecisa, acaso de desprecio. Debí parecerle demasiado ingenuo o demasiado
cínico, o ambas cosas a la vez.
*
Cuando veo a alguien luchar por
una causa trato de saber lo que sucede en su cerebro y de dónde puede provenir
tan evidente falta de madurez. Quizás rechazar la resignación sea un signo de
"vida", pero nunca lo será de clarividencia, ni siquiera de
reflexión. Un hombre sensato no se rebaja a protestar, apenas si consiente a
indignarse. Tomar en serio las cosas humanas demuestra alguna secreta carencia.
*
Un antropólogo que estudiaba a
los pigmeos constató con estupor que las tribus de los alrededores le
despreciaban y le marginaban porque se relacionaba con un pueblo inferior, ya
que los pigmeos eran considerados gentuza, "perros" indignos de
despertar el menor interés.
Nada hay más exclusivo que los instintos
vigorosos, intactos. Una sociedad se consolida en la medida en que es inhumana
y sabe excluir... Los "primitivos" sobresalen en esto. Fueron los
"civilizados" quienes inventaron la tolerancia y quienes perecerán
por su causa. Y la inventaron precisamente porque comenzaban a perecer... No
fue la tolerancia lo que los debilitó; fue su propia debilidad, su energía
deficiente, lo que los hizo tolerantes.
*
Las dos mujeres con las que más
me he relacionado: Teresa de Avila y la marquesa de Brinvilliers, aquella gran
envenenadora.
*
Odiamos a los obsesos de lo peor
incluso cuando reconocemos la exactitud de sus aprensiones y de sus
advertencias. Somos mucho más indulgentes con quienes se equivocan, pues
creemos que su ofuscación es fruto del entusiasmo y de la generosidad, mientras
que los otros, prisioneros de su propia lucidez, nos parecen cobardes incapaces
de asumir el riesgo de una ilusión.
*
Bien pensado, la época ideal no
fue la de las cavernas, sino la inmediatamente posterior, cuando, después de
tan largo encierro, se pudo al fin pensar fuera.
*
No lucho contra el mundo, lucho
contra una fuerza mucho mayor, contra mi fatiga del mundo.
*
Esta vieja sexualidad es algo
pese a todo. Reconozcámoslo: hemos hecho bien prestándole tanta atención desde
que la vida es vida. ¿Cómo explicar si no que nos cansemos de todo menos de
ella? El ejercicio más antiguo del ser vivo tenía que marcarnos; es normal que
quien no se entregue a él sea un ser aparte, una piltrafa o un santo.
*
Cuantas más injusticias se han
sufrido mayor es el riesgo de caer en el engreimiento y hasta en la soberbia.
Toda víctima se vanagloria de ser un elegido a contracorriente y reacciona en
consecuencia, sin sospechar que es así como actúa el Diablo.
*
Tan pronto como volvemos a la Duda (si es que en algún
momento la habíamos abandonado), emprender algo parece menos inútil que
extravagante. Con la duda no se bromea. Nos trabaja a fondo, como una
enfermedad o, más eficazmente aún, como una fe.
*
Según Tácito, Otón, persuadido
por sus soldados de que aplazara su suicidio, dijo: "De acuerdo, añadamos
otra noche a nuestra vida".
... Esperemos por su bien que
aquella noche no fuera como la que yo acabo de pasar.
*
Dice el Talmud que los malos
impulsos son innatos y que los buenos no aparecen antes de los trece años...
Pese a su carácter cómico, la precisión no carece de verosimilitud: nos
descubre la incurable timidez del Bien frente al Mal, el cual, confortablemente
instalado en nuestra sustancia, goza de los privilegios que le confiere su
calidad de primer ocupante.
*
El Mesías no podía ser para los
judíos más que un rey triunfante, nunca una víctima. Demasiado ambiciosos para
contentarse con un crucificado, esperaban a alguien fuerte. Tuvieron la
suerte de no darse cuenta de que, a su modo, Cristo lo era. Si no, se hubieran
mezclado a las hordas cristianas, desapareciendo lamentablemente.
*
Nuestros achaques nos impiden
escapar de nosotros mismos, ser otros, cambiar de piel, metamorfosearnos.
Después de cada paso hacia adelante nos obligan a dar un paso hacia atrás, de
manera que sólo podemos progresar en el conocimiento de nuestra inútil
identidad.
*
Mi misión es matar al tiempo, la
suya matarme a mí. Se está perfectamente a gusto entre asesinos.
*
La obsesión de lo último
a propósito de todo, lo último como categoría, como forma constitutiva del
espíritu, como deformación original, y hasta como revelación...
*
Sobre mi mesa, desde hace meses,
un martillo. ¿Símbolo de qué? No lo sé, pero su presencia me resulta benéfica y
en ciertos momentos me proporciona ese aplomo que deben conocer quienes se
esconden tras una certidumbre cualquiera.
*
Súbitamente, necesidad de
demostrar agradecimiento, no sólo a los seres sino también a los objetos, a una
piedra porque es piedra... Todo parece entonces animarse como si fuera para la
eternidad. De golpe, inexistir parece inconcebible. Que esos escalofríos
se produzcan, que puedan producirse, muestra que la última palabra tal vez no
esté en la Negación.
*
Un pintor me cuenta que una
noche, en la Costa Azul,
visitó a un ciego; encontrándole solo y en completa oscuridad, no pudo evitar
compadecerle y preguntarle si era soportable la existencia cuando no se ve la
luz. "No sabe usted lo que se pierde", le respondió el ciego.
*
¿Cómo superar los ataques de
furia, esa necesidad de estallar, de partirle la cara a todo el mundo, de
abofetear universos? Habría que dar inmediatamente un corto paseo por un
cementerio o, mejor aún, un paseo definitivo...
*
Ni un solo día, ni una sola
hora, ni siquiera un minuto sin caer en lo que el filósofo budista Chandrakirti
llamó el "abismo de la herejía del yo".
*
Entre los iroqueses, cuando un
anciano no podía ya cazar, su familia le proponía abandonarlo lejos, dejándolo
morir de hambre, o romperle la cabeza con un tomahawk. El interesado
optaba casi siempre por la segunda fórmula. Detalle importante: antes de darle
a elegir todos sus parientes entonaban la Canción del gran Remedio.
¿Qué sociedad
"avanzada" ha demostrado nunca tanta cordura o tanto sentido del
humor?
*
Hace tiempo que agoté todas las
disponibilidades religiosas que poseía. ¿Aridez o purificación? No podría
decirlo. En mi sangre no renquea ya ningún Dios...
*
No olvidar nunca que la plebe
echó de menos a Nerón. A recordar siempre que alguna quimera nos tiente.
*
Pensar que desde hace tantos
años no hago otra cosa que ocuparme de mi cadáver, remendarlo, en lugar de
desecharlo para mayor gloria de ambos...
*
Sólo merecen compasión los miserables
que ante la imposibilidad de pegar ojo desean en mitad de la noche zarandear el
espacio, rugir o, al menos, gritar, y ni siquiera tienen fuerzas para musitar
anatemas.
*
Cada vez distingo menos lo que
está bien de lo que está mal. Cuando ya no encuentre ninguna diferencia entre
una cosa y otra, suponiendo que lo logre algún día, ‑qué gran paso hacia
adelante. ¿Hacia qué?
*
Qué acertada parece esa idea de la Cábala según la cual el
cerebro, los ojos, las orejas, las manos e incluso los pies poseen un alma
distinta que sólo a ellos pertenece. Esas almas serían "destellos" de
Adán... Lo cual resulta menos evidente...
*
Al bajar la escalera oigo al
robusto octogenario del piso de abajo cantar, con voz atronadora, el Miserere
nobis. Subo media hora más tarde y vuelvo a oír el mismo "miserere",
tan acuciante como antes. La primera vez había sonreído; la segunda, me
sobrecogí.
*
Esa paz de ultratumba que
experimentamos cuando nos abstraemos del mundo. De pronto, creí percibir una
sonrisa envolviendo el espacio. ¿Quién sonreía?, ¿de quién emanaba esa gran
dicha que inunda los rostros de las momias? Durante un instante estuve en el otro
lado; al siguiente tuve que regresar, indigno de compartir más tiempo el
secreto de los muertos.
*
A decir verdad no he conocido la
indigencia. He sufrido, en cambio, si no la enfermedad, sí la ausencia de
salud, lo cual me libra del remordimiento de no haber vivido en la miseria.
*
¿Cómo saber si estamos en lo
cierto? El criterio es simple: si los demás nos hacen el vacío no hay ninguna
duda de que estamos más cerca de lo esencial que ellos.
*
Serénate, recupera la confianza,
no olvides que a todos no ha sido dada la posibilidad de idolatrar al
desaliento sin sucumbir a él.
*
Mercado de pájaros. Qué fuerza,
qué determinación en esos minúsculos cuerpos frenéticos. La vida reside en esa
nada... abrumadora que anima una pizca de materia, que brota de esa materia
misma y con ella se desvanece. Pero la perplejidad subsiste: imposible explicar
esa fiebre, esa danza perpetua, esa representación, ese espectáculo que la vida
se ofrece a sí misma. ¡Qué teatro el aliento!
*
Todos esos transeúntes hacen
pensar en gorilas pusilánimes y fatigados hartos de imitar al hombre.
*
Si existiera algún rastro de un
orden providencial, todos sabríamos exactamente cuándo se ha acabado nuestro
tiempo y desapareceríamos sin vacilaciones. Pero como en semejante tema siempre
existen pros y contras, esperamos, dialogamos con nosotros mismos y pasamos las
horas y los días interrogándonos indignamente.
En una sociedad perfecta la
orden de desaparecer nos sería notificada en el instante mismo en que
comenzáramos a sobrevivirnos. El criterio a seguir no sería siempre la edad,
dado el número de jóvenes que hoy apenas diferencian de espectros. Toda la
cuestión radicaría en cómo elegir a quienes tendrían que pronunciarse sobre la
última hora de cada uno.
*
Si consiguiéramos ser conscientes
de todos nuestros órganos, poseeríamos una experiencia y una visión
absoluta del cuerpo, el cual estaría tan presente en nuestra conciencia que no
podría realizar sus obligaciones: él mismo llegaría a ser consciente y dejaría
de desempeñar su papel de cuerpo...
*
Me he quejado constantemente de
mi suerte; de no haberlo hecho, ¿cómo hubiera podido afrontarla? Ponerla en
tela de juicio era la única posibilidad de adaptarme a ella y soportarla. Debo,
pues, continuar atacándola: por instinto de conservación y por cálculo, por
egoísmo en suma.
*
Un muchacho y una muchacha,
ambos mudos, se hablaban por gestos: qué felices parecían.
A todas luces la palabra no es,
no puede ser, el vehículo de la plenitud.
*
Cuanto más viejo se es, más se
anda a la caza de honores. Puede que la vanidad nunca sea tan activa como en
las cercanías de la tumba. Nos aferramos a lo fútil para no advertir lo que
ello encubre, engañamos a la nada con algo más nulo todavía.
*
La salud es un estado de no‑sensación
y hasta de no‑realidad. En cuanto dejamos de sufrir, dejamos de existir.
*
La locura no ahoga la envidia,
ni siquiera la calma. La prueba es X., que sale del manicomio más rencoroso que
nunca. Si la camisa de fuerza no consigue modificar el fondo de un ser, ¿qué
puede esperarse de un tratamiento o incluso de la edad? Después de todo, la
demencia es una conmoción más radical que la vejez, pero por lo que se ve
tampoco ella consigue arreglar nada.
*
Sabiendo lo que sé no debería
estar expuesto a la menor sorpresa. Sin embargo, el riesgo existe, peor aún, es
cotidiano. Esa es mi debilidad. Es vergonzoso que todavía pueda sentirme
satisfecho o decepcionado de algo.
*
Morir es una superioridad poco
buscada. Lo pensaba mientras escuchaba a un anciano que tiene miedo a la muerte
y piensa en ella constantemente: qué no daría él por esquivarla. Con un ahínco
irrisorio trata de convencerme de su inevitabilidad... Tal como él se la
imagina parece aún más incontestable de lo que es en realidad. Sin problemas de
salud a pesar de su edad, sin preocupaciones materiales, sin lazos de ninguna
clase, rumia indefinidamente el mismo pavor, en lugar de pasar el tiempo que le
queda de vida sin inquietudes. Pero la "naturaleza" le ha infligido
ese tormento como castigo por haber escapado a los otros.
*
La plenitud como cúspide de la
felicidad sólo es posible en esos instantes en los que poseemos una conciencia
profunda de la irrealidad de la vida y de la muerte. Instantes raros en tanto
que experiencias, aunque frecuentes en el ámbito de la reflexión, en el cual
sólo existe lo que se siente. Ahora bien, sentir la irrealidad y trascenderla
en un mismo acto es una hazaña que rivaliza con el éxtasis y, a veces, lo
eclipsa.
Filosofia: Cioran - Desgarradura - Parte 4 - Urgencia de lo peor - Parte 2
You have an alphabetical guide in the foot of the page in the blog: solitary dog sculptor
In the blog: Solitary Dog Sculptor I, the alphabetical guide is on the right side of the page
Thanks
Usted tiene una guía alfabética al pie de la página en el blog: solitary dog sculptor
En el blog: Solitary Dog Sculptor I, la guia alfabética está en el costado derecho de la página
Gracias
Ricardo M Marcenaro - Facebook
Blogs in operation of The Solitary Dog:
solitary dog sculptor:
http://byricardomarcenaro.blogspot.com
Solitary Dog Sculptor I:
http://byricardomarcenaroi.blogspot.com
Para:
comunicarse conmigo,
enviar materiales para publicar,
propuestas comerciales:
marcenaroescultor@gmail.com
For:
contact me,
submit materials for publication,
commercial proposals:
marcenaroescultor@gmail.com
Diario La Nación
Argentina
Cuenta Comentarista en el Foro:
Capiscum
My blogs are an open house to all cultures, religions and countries. Be a follower if you like it, with this action you are building a new culture of tolerance, open mind and heart for peace, love and human respect.
Thanks :)
Mis blogs son una casa abierta a todas las culturas, religiones y países. Se un seguidor si quieres, con esta acción usted está construyendo una nueva cultura de la tolerancia, la mente y el corazón abiertos para la paz, el amor y el respeto humano.
Gracias :)
You have an alphabetical guide in the foot of the page in the blog: solitary dog sculptor
In the blog: Solitary Dog Sculptor I, the alphabetical guide is on the right side of the page
Thanks
Usted tiene una guía alfabética al pie de la página en el blog: solitary dog sculptor
En el blog: Solitary Dog Sculptor I, la guia alfabética está en el costado derecho de la página
Gracias
Ricardo M Marcenaro - Facebook
Blogs in operation of The Solitary Dog:
solitary dog sculptor:
http://byricardomarcenaro.blogspot.com
Solitary Dog Sculptor I:
http://byricardomarcenaroi.blogspot.com
Para:
comunicarse conmigo,
enviar materiales para publicar,
propuestas comerciales:
marcenaroescultor@gmail.com
For:
contact me,
submit materials for publication,
commercial proposals:
marcenaroescultor@gmail.com
Diario La Nación
Argentina
Cuenta Comentarista en el Foro:
Capiscum
My blogs are an open house to all cultures, religions and countries. Be a follower if you like it, with this action you are building a new culture of tolerance, open mind and heart for peace, love and human respect.
Thanks :)
Mis blogs son una casa abierta a todas las culturas, religiones y países. Se un seguidor si quieres, con esta acción usted está construyendo una nueva cultura de la tolerancia, la mente y el corazón abiertos para la paz, el amor y el respeto humano.
Gracias :)
Comments (0)
Publicar un comentario